Norbert Elías nace el 22 de junio de 1897 en
Breslau, Alemania (actualmente Wroclaw, Polonia), crece en el seno de una
familia judía acaudalada. En 1915 Es
llamado a enlistarse en las filas del ejército imperial, tres años mas tarde
comienza a estudiar medicina y filosofía, asiste a las clases de Husserl,
obtiene el doctorado en filosofía con una tesis titulada Idea e individuo. Contribución a la
filosofía de la historia.
En 1925
conoce a Karl Mannheim y se familiariza con las principales obras de sociología
de su tiempo. En 1930 Mannheim
es llamado para impartir la cátedra de sociología en Frankfurt del Meno,
sucediendo a Max Scheler y Franz Oppenheirmer. Elías acepta acompañarlo como
ayudante oficial con la condición de obtener la habilitación lo antes posible.
Ambos trabajaron en el seminario de sociología de la Universidad de Frankfurt,
el cual funcionaba en la planta baja del edificio del Institut für
Sozialforschung a cargo de Max Horkheimer.
Tras la ascensión de Hitler al poder en Alemania, Mannheim y Elías
emigran del país, primero a París y después a Inglaterra. En 1935 Estando en Inglaterra un comité
de judíos le asigna un pequeño importe que le servirá únicamente para alimentos
y habitación. Conoce la biblioteca del Museo Británico en donde halla libros de
instrucción de las buenas maneras que le sirven de núcleo documental para
escribir El proceso de la civilización. Investigaciones
sociogenéticas y psicogenéticas.
En 1954 Es nombrado profesor de
sociología en la Universidad de Leicester y en 1956 se lleva a cabo el Congreso
Internacional de Sociología en Amsterdam. Posteriormente acepta viajar a la
Universidad de Ghana como profesor de sociología. No es hasta 1982 cuando se realiza
la primer traducción al castellano de un trabajo de Elías La sociedad
cortesana, y
en 1987 se
publica La sociedad de
los individuos, nuevamente por iniciativa de Michael
Schöter. Este volumen se divide en tres partes, las cuales fueron escritas en
distintas épocas La sociedad
de los individuos, 1939; Problemas
de la autoconciencia y de
la concepción del ser humano, 1940-1950;
y Cambios en el equilibrio
entre el yo y el nosotros, 1987. Norbert Elías fallece a los 93 años de edad en la ciudad de
Amsterdam el 1ro de agosto de 1990.
En El proceso de
civilización Elías parte de un problema presente, la orgullosa
autoconciencia que tienen los occidentales de ser “civilizados”, para demostrar
que las formas de comportamiento consideradas típicas del hombre “civilizado”
occidental no han sido siempre igual, sino que son fruto de un complejo proceso
histórico en el que interactúan factores de diversa índole que dan lugar a
transformaciones en las estructuras sociales y políticas y también en la
estructura psíquica y del comportamiento de los individuos, es decir, que a lo
largo de muchos siglos se va produciendo una transformación paulatina hasta
alcanzar la pauta de nuestro comportamiento actual, lo cual no quiere decir que
el proceso civilizador haya culminado, para Elías no tiene un principio
específico y continua en marcha, ni siquiera lo identifica con la idea de
progreso señalando que no hay nada intrínsecamente bueno o malo en la
civilización. Por otro lado tampoco lo considera como un proceso rectilíneo
sino que más bien implica flujos y reflujos, movimientos hacia atrás y hacia
delante, incluso desplazamientos laterales. El proceso de civilización supone
una transformación del comportamiento y de la sensibilidad humanos en una
dirección determinada, pero no de una forma consciente o racional. En
definitiva, Elías pretende demostrar que la estructura de las funciones
psíquicas y la orientación del comportamiento están íntimamente relacionadas
con la estructura de las funciones sociales y con los cambios en la relación
entre los seres humanos.
Es un
proceso que, con variantes, se da en todas las sociedades, no sólo en las
occidentales, y aunque no está dirigido racionalmente, ni tampoco es
rectilíneo, se observa en él una tendencia a la igualación de las formas de
vida, conducta y comportamiento, es decir, a la nivelación de los grandes
contrastes. A través de un mecanismo complejo de coacciones y de
interdependencias y, sobre todo, a lo largo de mucho tiempo, se va produciendo
una transformación progresiva del comportamiento hasta alcanzar nuestra pauta
actual, nuestra proceso aparentemente “civilizatorio”.
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